Los brasileños van a soñar por mucho tiempo con Luis Díaz. Ya lo tenían presente desde aquel gol de chilena que les marcó en la Copa América y que fue escogido como el mejor del torneo.

Pero los dos que les convirtió la noche de este jueves en el Metropolitano tienen un valor histórico incalculable, porque sirvieron para darle el primer triunfo a Colombia sobre Brasil en una Eliminatoria Sudamericana.

Tienen también un valor sentimental único. Hasta hace apenas unos días su padre, 'Mane' Díaz, había recobrado la libertad tras estar secuestrado por el ELN.

El martes se pudo reencontrar con él, en el sitio de concentración de la Selección Colombia, y darle un abrazo con todas sus fuerzas.

'Mane' estuvo con su familia en el estadio y estalló en lágrimas, así como lo hizo cuando el ELN lo liberó y pudo ver de nuevo a su familia y también cuando pudo ver a su hijo y a su nieta.

La de Luis Díaz fue una celebración emotiva. Sus goles no sólo fueron dedicados a su padre, sino a todo el pueblo colombiano, que lo abrazó, que lo acompañó y lo apoyó en el momento más difícil de su vida. Fue un instante que les puso la piel de gallina a todos.

Marcarle gol a Brasil era la oportunidad propicia para darle rienda suelta a todo eso que tenía represado en su corazón. Lo que no esperaba, quizás, era hacerlo por partida doble, de cabeza en ambas ocasiones, y con eso darle a la Selección Colombia una victoria histórica.

La víctima fue su compañero de equipo, Alisson Becker, uno de lo que más lo apoyó en su momento difícil, pero que le había cerrado al arco toda la noche.

Significó también quitarse un peso de encima luego de que en los partidos anteriores había tenido varias ocasiones para anotar y no las había concretado.

Pero escogió el mejor escenario posible para saldar una deuda que tenía con la Selección Colombia y, de paso, darle una gran alegría a su país, a su familia y a 'Mane' Díaz, su padre. Qué orgullo debe sentir de que su hijo haya puesto a gozar a Colombia con una victoria inolvidable sobre Brasil.

Sí, los brasileños van a soñar por mucho tiempo con Luis Díaz y él también guardará esta noche, como un tesoro, en el baúl de los recuerdos.